Pintura de Noel Hallé
Las comparaciones entre la sociedad humana y los seres vivos eran comunes desde la época de Platón y Aristóteles y sólo fueron abandonadas con la llegada de las concepciones mecanicistas del universo propias del Iluminismo. A través de estas comparaciones vemos que el uso de la metáfora orgánica es coherente para transmitir la idea de que la sociedad debe adaptarse a nuestras necesidades, como individuos vivientes y como seres sociales.
Pintura de Edward Lamson Henry
Esto puede ser observado mejor aún, por ejemplo, en el reconocimiento de las desigualdades dentro de la sociedad humana, que provienen del hecho de que somos iguales por naturaleza pero distintos por nuestros accidentes. Estas desigualdades de talentos, habilidades y circunstancias originan una sociedad ordenada y jerárquica adonde los individuos o los grupos tienen roles de liderazgo específicos, tal como los miembros de un cuerpo tienen roles clave en nuestra metáfora orgánica.
La Reina María Antonieta con sus hijos, la Princesa María Teresa Carlota de Francia y el Delfín Luis José de Francia
León XIII en su encíclica “Quod Apostolici Muneris” afirma, usando esta metáfora: “Él (Dios) definió que hubiera varios órdenes en la sociedad civil, difiriendo en dignidad, derechos y poder, de manera que el Estado, como la Iglesia, sea un cuerpo con varios miembros, algunos más nobles que otros, pero todos necesarios, uno para el otro y solícitos por el bien común.” (1)
En forma similar, citando la encíclica de su predecesor, San Pío X en su motu proprio “Fin dalla Prima” afirma: “La sociedad humana, como Dios la estableció, está compuesta por elementos desiguales, de la misma manera que las diferentes partes del cuerpo son distintas; hacerlas a todas iguales es imposible, y significaría la destrucción de la sociedad humana.” (2)
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(1) León XIII, encíclica “Quod Apostolici Muneris” (1878) en “Encíclicas Papales, vol. 2, p. 13, nº 6.
(2) San Pío X, motu proprio “Fin dalla Prima”, Revista trimestral Católica Americana, 29, nº 114 (Abril 1904): 235.
Fuente: John Horvat II, Return to Order: From a Frenzied Economy to an Organic Christian Society—Where We’ve Been, How We Got Here, and Where We Need To Go (York, Penn.: York Press, 2013), 171-2.
Ver otras notas sobre esta obra vital en:
http://aristocraciacatolica.blogspot.com.ar/2013/05/regreso-al-orden-una-propuesta-catolica.html
