La Nobleza española y la formación de las élites hispanoamericanas – El período formativo – Consolidación de las fundaciones y definición de una élite hispanoamericana – (5ª nota)

31/01/2014

Requesens

E – Consolidación de las fundaciones y definición de una élite hispanoamericana

Para describir la realidad que va surgiendo, es necesario considerar las dos fuerzas que actúan, ya aliadas, ya contrapuestas: el dirigismo unificador de la monarquía, que en ocasiones cercena el natural desarrollo de la sociedad naciente; y el impulso local de los que buscan afianzar un señorío particular adquirido por derecho de conquista.

19. Convulsiones del período organizativo – La indisposición de la Corte y oposición de los legistas

En tiempos de Carlos V, la Corona opta por recompensar a los conquistadores con encomiendas en vez de señoríos, haciendo así “una cesión muchísimo más escasa de sus derechos”, y evitando crear señoríos, a pesar de que América era campo propicio.

Evitaba, que los indios quedasen vasallos del conquistador en vez de suyos.

Los héroes de la Conquista deben enfrentar la indisposición de la Corte ante sus pretensiones, que no siempre eran módicas, como lo ilustra la carta en que Pizarro reivindica para ellos “tantas franquicias y preeminencias como los que ayudaron al rey Don Pelayo y a los otros reyes a ganar a España de los moros” (Lohman Villena, p. 55, n. 5).

Difícil sería negar el fondo de justicia de tales reivindicaciones a los aguerridos hidalgos que iban conquistando para su Monarca territorios vastísimos, cuya designación evoca su carácter de reinos ultramarinos: Castilla del Oro, Nueva España, Nuevo Reino de León, el Imperio del Perú, el Nuevo Reino de Granada, etc.

En la Corte, muchos ven las cosas con otros ojos.

Se va creando una imagen peyorativa del conquistador de Indias, popularizada en sainetes, que se asemeja a la que entonces puso en boga Cervantes, para ridiculizar el espíritu de Caballería. Hay fundadas sospechas de que hubo una suerte de orquestación publicitaria contra la clase guerrera de España, versión de época de lo que hoy denominamos “terrorismo mediático”.

Ya habían llegado a la corte las relaciones del controvertido fray Bartolomé de las Casas, pionero de la Leyenda Negra.

Hoy se ha probado que su cuadro de ribetes dantescos no pasaba de un elenco de falsedades delirantes, rebatido por la ciencia histórica (ver citas, p. 57). Pero entonces contaba con fuertes apoyos. Sus alucinadas críticas tendrán consecuencias de la mayor importancia para el desarrollo de la nobleza de Indias.

20. Encomiendas en jaque: las “Nuevas Leyes” y sus secuelas

Ciertos legistas, contrarios a la existencia de una aristocracia territorial poderosa, ejercían gran influencia en el Consejo de Indias. Aprovecharon la controversia  para  cercenar la encomienda, institución clave para civilizar a los indios y constituir una nobleza americana. Evitaron la concesión a perpetuidad, pese a  ser propuesta por el propio Emperador y Don Felipe, con respaldo del Duque de Alba, de dominicos y franciscanos, y pedida insistentemente por la élite social criolla (Konetzke,; Bayle S.I., p. 59, n. 4).

Los legistas obtuvieron también otras limitaciones en repartos de tierras a los encomenderos y en el establecimiento de los mayorazgos, que éstos requerían.

Su influencia vuelve a sentirse en 1542, cuando se promulgan las controvertidas Leyes Nuevas. En ellas, el Emperador directamente suspende  el ejercicio de las encomiendas.

La reacción de los hidalgos de Indias, originó situaciones de gran tensión en México, Guatemala y el Perú, en las que murió el Virrey Blasco Núñez Vela a manos de Gonzalo Pizarro..

Carlos V envió como pacificador al sagaz clérigo La Gasca, con instrucciones de revocar la controvertida legislación. Fue precisa la honda raigambre de la lealtad castellana para que el incendio no se corriese hasta Méjico y el Río de la Plata (C. Bayle S.J., p. 60).

Las frustradas Leyes Nuevas manifestaron  la disposición de combatir el poder económico y social de los conquistadores y sus descendientes. La Corona puso limitaciones a las encomiendas. Subsistencia por dos vidas, y sin potestad de gobierno sobre los indios, sólo derecho a tributo; y  limitó la concentración de tierras en un mismo dueño, de acuerdo al arbitrio real (Durand, p. 60, n. 2).

21. Parquedad en la concesión de títulos de Indias

En la concesión de títulos también se manifestó la influencia de la poderosa corriente de los legistas. Los reyes, aun dando muestras de querer premiar magnánimamente los méritos de la nueva élite, acabaron manifestándose efectivamente parcos en conceder títulos a los hidalgos y en otorgar hidalguía a quienes no la tenían.

La influencia dirigista y centralizadora de cuño renacentista perjudicó la formación de robustas cepas de aristocracia americana. Aunque relativamente cohibida, la Nobleza Tácita emergente tuvo medios de afirmarse y prosperar, aún cuando no alcanzara la grandeza y proyección que cabía esperar. A medida que precisa sus trazos, va reflejando la fisonomía de una verdadera aristocracia, aunque de tono menor  que la europea.

22. Fin de la etapa de los adelantados-gobernadores: La implantación de los Virreinatos

Luego de la fase de la  Conquista llega el momento de organizar la vida y la producción en las nuevas posesiones. La sed de aventuras, fama y fortuna que animaba al conquistador va cediendo lugar a su impulso civilizador y a su talento organizativo.

Gradualmente termina la etapa de los adelantados-gobernadores y comienza el período de control más directo por parte de la Corona, mediante la implantación de los dos primeros grandes Virreinatos, el de Nueva España  y el del Perú.

Los reyes envían personalidades de la alta nobleza para cubrir los cargos de virreyes y presidentes de las Audiencias, y prelados de gran realce para las diócesis mayores. Pero los cargos civiles tenían breve duración; y la condición de sus ocupantes era la de altos funcionarios de la burocracia real, aunque acreedores de significativas honras protocolares.

A pesar de tales limitaciones, la organización virreinal contribuyó a fomentar el paso a Indias de nobles peninsulares, generalmente segundones empobrecidos.

Estos se van fusionando con la hidalguía de Indias; a esa élite se agregan elementos de la burguesía letrada o mercantil, atraídos por las posibilidades de consolidación patrimonial y ascensión social.

 

 

 

 

 

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