Un principio de autonomía – Regreso al Orden

11/04/2014

El hombre es un ser racional dotado de voluntad libre. Como tal, disfruta naturalmente de una autonomía personal en la que ejerce el control de sí mismo, de su carácter y del mundo que lo rodea inmediatamente.

Los individualistas limitan esta autonomía personal a un mero medio de construir un pequeño mundo separado y que propicie la búsqueda de felicidad; mientras que, en un orden social orgánico, el hombre es un ser social que sólo alcanza su pleno desarrollo en el esfuerzo común con otros.

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Pescadores cerca de la Isola Bella, en Taormina

 

Esta autonomía personal permite a los individuos proyectar la marca de sus personalidades y talentos sobre la familia, la profesión y el medio que los rodea próximamente.

Una persona encuentra su realización al asumir la responsabilidad sobre un determinado campo de acción: del padre y la madre, su familia; del propietario rural,  su propiedad; del maestro o profesor, la clase; del artesano, su taller; del sacerdote, su parroquia.

Dentro de ese campo de acción, sea pequeño o grande, cada uno ejerce su gobierno con autonomía de un modo que recuerda marcadamente el de un soberano, con poca interferencia exterior. Cada uno percibe y siente gran alegría en tener un campo de acción propio y ser parte de su tradición.

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El examen escolar, por Albert Anker

 

De modo semejante, el hombre entra libremente en asociación con otros, formando grupos y unidades sociales que ejercitan la autonomía, y de los cuales surgen estructuras de gobierno y autoridades. En consecuencia, la familia, parroquia, comunidad local, grupo ocupacional o las asociaciones culturales o políticas, todos ellos forman parte del insaciable apetito de expresión social del hombre.

En un orden orgánico, son sostenes indispensables para perfeccionar nuestra naturaleza social, que enriquecen la persona y todo el orden social.

RTO

Fuente: John Horvat II, Return to Order: From a Frenzied Economy to an Organic Christian Society—Where We’ve Been, How We Got Here, and Where We Need To Go (York, Penn.: York Press, 2013), 171-2.

Ver otras notas sobre esta obra vital en:

http://aristocraciacatolica.blogspot.com.ar/2013/05/regreso-al-orden-una-propuesta-catolica.html

 

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