La presente nota 5 bis (Visión de Conjunto, parte II) contiene la selección temática correspondiente a la nota 5 de la Visión de Conjunto, parte I, publicada en este sitio:
https://nobleza.org/nobleza-y-elites-deshaciendo-objeciones-previas-vision-de-conjunto/
♦ Respuesta a interrogantes de lectores influenciados por los sofismas igualitarios.
♦ Coraje y fidelidad al Papado ante la acción avasalladora de los medios de difusión revolucionarios y los difusores de sofismas.
Imagen del maquinista antes de iniciar el viaje
El escritor es como un maquinista que advierte que la vía está abarrotada de obstáculos que debe apartar para empezar el viaje. Así sucede con los numerosos prejuicios respecto a la Nobleza y las élites tradicionales.
1. Sin prejuicio de una justa y amplia acción en pro de los trabajadores, oportuna actuación a favor de las élites
•Insistir unilateralmente en reivindicaciones a favor de los trabajadores sin considerar los problemas de otras clases afectadas por la crisis contemporánea supone olvidar que la sociedad se compone de clases diversas con funciones, derechos y deberes específicos.
•Sociedad sin clases es una utopía invariable de los movimientos igualitarios, predicada en nuestros días por socialistas, comunistas y anarquistas.
•Somos favorables a todas las mejoras oportunas para los trabajadores pero sin que desaparezcan las demás clases o pierdan su significado, deberes y derechos, y funciones específicas por el bien común, de modo tal que equivalga a su extinción.
•Achatar todas las clases en ilusorio beneficio de una sola supone una auténtica lucha de clases. La dictadura del proletariado implica reducirlas a la alternativa de aceptar su legítima defensa o la muerte.
•Es menester favorecer la paz social desenvolviendo una actuación opuesta a la lucha de clases. Para que el orden social exista se debe reconocer a cada clase lo que en derecho le corresponde para subsistir dignamente y que se sienta capaz de cumplir sus deberes en orden al bien común. Es indispensable que la acción a favor de los obreros se conjugue con otra a favor de las élites.
•La Iglesia no es un partido laborista fundado para proteger una sola clase. Ella ama a todas las clases sociales, incluso a la Nobleza, tan combatida por la demagogia igualitaria.
Pío XII le reconoce una importante y peculiar misión que corresponde análogamente a otras élites sociales, en 14 alocuciones al Patriciado y la Nobleza romana.
•Nadie ignora la ofensiva para extinguir la Nobleza y élites por una avasalladora presión para disminuir su rol. En alguna medida, la actuación en su favor es más oportuna que nunca.
•Citas del magisterio: La Nobleza como supuesta clase parasitaria es parte de la leyenda de la Revolución Francesa y las que la siguieron. El Papa reconoce abusos dignos de censura pero describe, en términos conmovidos, la consonancia de la misión de la Nobleza con el orden natural de las cosas y el carácter elevado y benéfico de esa misión.
2. La Nobleza: una especie dentro del género élites tradicionales
•La expresión élites tradicionales designa una realidad socio-económica. La Nobleza constituye la más alta de las élites, pero no la única.
•Ejemplos de élites no nobiliarias ni hereditarias que integran la élite de una nación (profesor universitario, militar, diplomático y otras).
•No pocos nobles se dedican a ellas dando ocasión a que marquen su actuación con la excelencia de los atributos específicos de la Nobleza.
•Elites que propulsan la vida económica en la industria y el comercio, funciones dignas y de evidente utilidad. Su meta específica –el enriquecimiento personal- por consecuencia colateral enriquece a la nación.
•Esto no basta para dotarlas de Nobleza pues para ello es indispensable una particular dedicación al bien común –especialmente al cuño cristiano de la civilización- para que se pueda conceder esplendor nobiliario a una élite. Cuando las circunstancias les dan ocasión de prestar servicios notables, con sacrificio de intereses personales, ese esplendor puede brillar en quienes los hayan prestado con elevación de espíritu.
•Ejercer a lo largo de generaciones estas actividades puede ser suficiente para elevar una familia a la condición de noble. Ejemplo es la Nobleza veneciana, que elevó la Serenísima República a la condición de potencia internacional. Accedieron a la condición de nobles asumiendo el alto tono de cultura y maneras de la mejor Nobleza militar y feudal.
•Hay élites tradicionales fundadas en capacidades y virtudes cuya transmisibilidad genética, y del ambiente y educación familiares, es patente, destacadas por sus servicios al bien común: surge así una élite tradicional.
•En ella se alía a la condición de élite el valioso predicado de ser tradicional; y no se constituye formalmente como clase noble porque la legislación –influenciada por la Revolución Francesa- veda al Poder público otorgar títulos de Nobleza, como ocurre en ciertos países europeos y en los del continente iberoamericano.
•Las enseñanzas pontificias se aplican en gran medida a esas élites tradicionales; de ahí su importancia y actualidad para quienes, siendo portadores de auténticas tradiciones familiares, no hayan sido honrados con un Título de Nobleza, pero a quienes corresponde una noble misión a favor del bien común y de la Civilización Cristiana.
•Lo mismo se puede decir de las élites no tradicionales, en la medida en que se van haciendo tradicionales.
(Continúa en el próximo boletín)
