
El Emperador (Kaiser) Francisco José de Austria lavando los pies de los pobres en Jueves Santo
Aquellos que dicen que las enseñanzas de Cristo son perjudiciales para el Estado, que busquen ejércitos de soldados que vivan de acuerdo con las enseñanzas de Cristo. Que muestren a los gobernantes, maridos y esposas, padres e hijos, patrones y empleados, reyes, jueces, contribuyentes y cobradores de impuestos que puedan compararse con aquellos que se toman en serio las enseñanzas cristianas. ¡Entonces que se atrevan a decir que esas enseñanzas son contrarias al bienestar del Estado! De ninguna manera podrán dejar de reconocer que esta enseñanza es la mayor salvaguarda del Estado, cuando es observada fielmente.
(San Agustín, “Epístola 138 ad Marcellinum”, Capítulo 2, nº 15, Obras Completas, volumen 2, en J.P. Migne, Patrología Latina, col.532. Traducción de la TFP Americana.)