Los líderes están llamados a una mayor virtud – Regreso al Orden

05/10/2016

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Ilustración: Coronel John Walter Ripley, UMSC

Para que estos personajes líderes sean realmente representativos no pueden ser apenas buenos administradores. No sólo deben practicar la virtud normalmente sino que además deben tener el valor extraordinario que se encuentra en los que se sacrifican por el bien común. Esto se halla especialmente en aquellos que aman al prójimo por amor a Dios, practicando la caridad cristiana.

Podríamos aplicar por comparación la diferencia que hay entre los Diez Mandamientos (que todos deben practicar) y los consejos evangélicos voluntarios de pobreza, castidad y obediencia (que sólo practican aquellos que buscan una mayor perfección). Nuestros personajes representativos no deben practicar solamente la virtud civil común sino un grado más alto de virtud civil, con el mismo espíritu de desprendimiento, sacrificio y perfección que se requiere para seguir los Consejos. La sociedad tiene una intuición natural para percibir estas figuras auténticas, lo que ayuda a explicar su capacidad de atraer. Esa es la razón por la cual los oficiales militares dedicados, los líderes religiosos sacrificados, los maestros comprometidos o los estadistas desprendidos constituyen la materia con la que se forman los héroes y las leyendas.

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Ilustración: “Sea un hombre de principios”. Luche por aquello en que cree. Mantenga su palabra. Viva con integridad. Sea valiente. Crea en algo más grande que Ud mismo. Sirva a su país. Enseñe. Aconseje. Devuelva algo a la sociedad. Conduzca desde adelante. Venza sus miedos. Sea buen amigo. Sea humilde y sea seguro de sí mismo. Aprecie a sus amigos y a su familia. Sea un líder y no un seguidor. Sea valiente en el campo de batalla. Hágase responsable de sus acciones. Nunca olvide a los que fueron matados. Y nunca deje descansar a los que los mataron.” Mayor Douglas A. Zembiec, USMC, también conocido como el “León de Fallujah” y el “Guerrero que no pide perdón”.

Por sobre todo estas figuras representativas sirven para marcar el tono de la sociedad y armonizarla. Por su influencia ellos conforman las aspiraciones, las modas, las tendencias del día, más eficientemente que la publicidad.

John Horvat II, Return to Order: From a Frenzied Economy to an Organic Christian Society—Where We’ve Been, How We Got Here, and Where We Need to Go (York, Penn.: York Press, 2013), 202.

 

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